La pregunta que nadie ha podido contestar es esta: ¿Cuál es el propósito de impulsar la legitimidad de los propósitos homosexuales y levantar una institución alternativa al matrimonio que destruye la institución legítima para los niños, y que no logra ningún bien social ni humano?
¿Cómo podemos saber la verdad?
Jaime y Juan tienen un certificado de matrimonio. Viven en un país donde tal unión se considera legítima. ¿Debe esto crear problemas para alguno?
Así como en una heladería donde se puede elegir entre tantos sabores de helados, hoy se ofrece una gran variedad de gustos y expresiones sexuales. Muchos menosprecian las limitaciones de la intimidad sexual en el matrimonio que Dios estableció; prefieren ser libres para experimentar a gusto.
Como seguidores de Cristo, tenemos el deber de guardarnos de los engaños y falsas ideologías. Debemos defender las verdades de Dios con cada oportunidad de testificar. Nuestro deber es amar a los que están engañados e invitarlos a la restauración en Cristo.
La Biblia es la Palabra de Dios, y es el estándar divino que nunca cambia aunque la nueva tolerancia siga creciendo. La tolerancia de Jesús en cuanto a los pecadores arrepentidos la acepta todo cristiano. Pero el cristiano rechaza la nueva tolerancia que permite que el hombre sea su propio dios.